Está más que claro que una inversión de esa magnitud es definitivamente un buen aliciente para nuestra pequeña economía y tanto el índice de empleo como las arcas fiscales se verán mejor y más "saludables". Aunque a mí también me ha sorprendido positivamente la noticia no dejo de preguntarme si tanta maravilla será igualmente positiva para nuestro medio ambiente. Lo siento pero cada vez que oigo o veo la marca Nestlé tengo que recordar su genial "gestión ambiental" en Indonesia y su devastación con color rojo Kit Kat.
A pesar de todo esto (lo bueno y lo potencialmente malo) sobre la inversión venidera de Nestlé en Ecuador, yo aún prefiero el jugo fresco a las cajas de TetraPak llenas de líquidos saborizantes y preservantes.